jueves, 30 de octubre de 2014

3 leyendas urbanas para Halloween.

¡Llega Halloween paradisíacos! Que rápido se está pasando el año, parece que fue ayer cuando os traía la entrada de Disfraces de Halloween basados en personajes literarios.

Para los que salgáis mañana con amigos o a alguna fiesta, o simplemente para los que os quedáis tirados en el sofá, he recopilado algunas leyendas urbanas que me parecían interesantes para que os la guardéis en la mente y no podáis dormir esta noche vayáis asustando a vuestros amigos mientras os reís como unos endemoniados. 
Y como es obvio, para elegir las mejores historias (en mi opinión) he tenido que leerlas  antes, y precisamente con lo miedosa que soy, no es que me sienta segura y feliz en estos momentos.

Si me dejáis un comentario quizás se me pase XD

¡Os dejo con las historias!




El diablo en la discoteca.

Una noche de viernes santo, se hizo una fiesta en la discoteca mas famosa de Medellín (Colombia) llamada MANGOS, dicen que en un momento determinado de la noche ,entró a la discoteca un joven, que atraía las miradas de todas las jovencitas que se encontraban en el lugar, era alto ,muy bien vestido, con unos ojos algo extraños pero encantadores...
Este apuesto joven se acercó a una muchacha para sacarla a bailar y ella encantada por su apariencia aceptó sin pensarlo dos veces, mientras bailaban él le advirtió que no mirara sus pies ya que se sentía un poco intimidado y no era capaz de seguir el ritmo, ella asintió con la cabeza…
Pero al cabo de un rato no resistió mirar sus pies, ella se quedó sin aliento al ver unas garras horribles y se desmayó enseguida, todo el mundo al ver a esta joven tendida en el suelo corrió a socorrerla, y el joven con el que bailaba ya había desaparecido del lugar.
La muchacha cayó en un terrible estado de coma, y sus padres ordenaron revisar las cámaras del lugar para identificar al hombre que para creencia de todos era el culpable de su estado, pero para sorpresa suya en el vídeo de seguridad se veía claramente que la jovencita bailaba sola por todo el lugar, lo que quiere decir que el hombre no se reflejaba, lo que ya era bastante extraño, y para confirmar esta escalofriante historia en el baño del establecimiento en uno de los espejos decía:

"Noche de Halloween, muertos vivientes, Noche de Halloween, yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos"...

La discoteca estuvo varios días impregnada con un olor a azufre y la joven murió después de un tiempo con unas marcas de quemaduras en la espalda... 




Verónica.

Vanessa, es una joven de Gijón que estudia Terapia ocupacional en la Universidad de Talavera. Junto con otras dos chicas alquiló un piso. Durante el segundo curso, Vanessa suspendió dos asignaturas y sus padres le enviaron para estudiar. Una noche de verano en la que estaba sola, cuatro golpes secos sonaron a su puerta.

Vanessa creyó que se trataba de algún amigo con el que salir a tomarse una copa, pero se trataba de una niña de alrededor de siete años. La niña, de hermosos tirabuzones rubios y grandes ojos castaños miró a Vanessa y le dijo que se había perdido.
Vanessa le dejó entrar, le preparó un vaso de leche y le dijo que iban a ir a la policía. Verónica le rogó que no lo hiciera esa noche pues tenía mucho sueño y quería dormir. Vanessa accedió y le preparó la cama.
Por la mañana temprano cuando Vanessa iba a llevarla a la policía, entró en el cuarto y vio que la niña, llamada Verónica, no estaba. Un año después en idéntica situación, la niña volvió a aparecer. Parecía que no había crecido nada. De nuevo Vanessa le preparó la cena y le dejó dormir pero al día siguiente Verónica volvió a desaparecer sin dejar rastro. Vanessa fue a la policía y dio todos los datos de la chiquilla pero no se habían producido denuncias ni nadie había reclamado una desaparición. Tras dar muchas vueltas, Vanessa llegó al Hospital de San Prudencio. Un hospicio para niños y niñas huérfanos.
Allí la madre Sonsoles, le explicó que no tenían ninguna niña de esas características. Justo cuando se disponía a salir Vanessa del lugar, otra monja llegó con un calendario de dos cursos atrás. Allí estaba la foto de Verónica, tal y como Vanessa le había visto.... Sí ¡es ella! - gritó. Las dos monjas se miraron extrañadas - Veronica murió hace dos años.
Aquella noche, cuatro golpes secos sonaron en la puerta de Vanessa. La muchacha observó por la mirilla de la puerta. Allí estaba de nuevo Verónica, con los brazos cruzados y cara de enfadada. - Has tardado mucho en abrirme, tengo hambre y sueño - Dijo la niña.

Vanessa aterrada preparó todo como lo había hecho habitualmente. Cuando acostó a Verónica no pudo soportar el terror y entró despacio a su habitación. La niña estaba totalmente arropada. Vanessa retiró la sábana y bajo ella, como un suspiró pareció desvanecerse. Sobre la almohada, con letra infantil y varias faltas había una nota "Gracias por la leche y los dulces, ahora tengo que irme a llevar al infierno a las otras tres chicas que no me dejaron entrar a sus casas.

No enciendas la luz.

Hace unos dos años, en Granada capital (España), ocurrió un asesinato que llamó mucho la atención. Fue en un piso de estudiantes, donde vivían cuatro chicas. Una noche, dos de las chicas se fueron a sus respectivos pueblos ya que era viernes, para pasar el fin de semana. Las otras dos se quedaron en el piso. Una de ellas decidió irse a dormir al piso de una compañera de clase. Se fue dejando a la otra sola en la vivienda.
Por la noche, la que se había ido a dormir fuera se dio cuenta de que no tenía pijama y volvió al piso a recogerlo. Fue a su habitación y no encendió la luz para no “despertar” a su compañera. Cogió el pijama que estaba en el armario y se fue de nuevo.
A la mañana siguiente, cuando volvió, se dio cuenta de que la policía estaba en el piso y que los vecinos llenaban el pasillo. Se asustó mucho porque no sabía qué había pasado. Se dirigió a su habitación y vio que un “cuerpo” se encontraba en el suelo tapado con una sábana. ¡Era un cadáver! ¡Su amiga había muerto! ¿Cómo? Se puso muy nerviosa, un montón de preguntas se atropellaban en su mente y no encontraba ninguna respuesta.
La noche antes un ladrón había entrado en el piso y, estando la chica sola, la mató después de robarle el dinero que tenía. Cuando la chica protagonista fue al piso a recoger el pijama, el ladrón se encontraba en su habitación y ya había asesinado a su compañera. Dicho hombre dejó escrito en el espejo de la habitación, con pintalabios rojo: 
“SUERTE QUE NO ENCENDISTE LA LUZ”. 

¿Cuál os ha dado miedo? ¿Conocíais alguna?


6 comentarios:

  1. Yo lo siento mucho, pero no voy a leer ninguna de estas leyendas urbanas. Soy muy cagona... xDD

    Un beso^^

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  2. Están excelentes, me quedo por aquí espero nos leamos pronto


    Saludos

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  3. El último ya lo conocía, de vez en cuando me da escalofríos estar en la oscuridad, así que me acuerdo de eso, jaja. Me quedo a seguir el blog, ¡saludos!

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  4. Si te digo la verdad es que no me han dado miedo ._. Cuando era más pequeña me ponía relatos de terror en youtube y mientras que hacía otras cosas los escuchaba (algunos si que me daban, pero con el tiempo me he dado cuenta de que la mayoría no son reales).

    ¡Besos!

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    1. Jajaja que valiente, yo no podría ponerme ese tipo de relatos libremente.
      Gracias por comentar! :)

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  5. Las historias de terror dan miedo, pero es inevitable no echarles un ojo de vez en cuando.

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