En esta sección subiré, como dice el mismo titulo, curiosidades. Todas serán acerca de los libros, de la literatura en general o cosas de este tipo, ya que es el tema del blog obviamente.
¿Te has preguntado alguna vez los cambios que experimenta nuestro cerebro, o las reacciones que se producen cuando leemos u ojeamos un libro? Siempre nos vemos acompañados con ellos, reímos, lloramos, los disfrutamos o los odiamos, ¿Pero qué mas ocurre más allá?
Los cerebros lectores entienden de otra manera el lenguaje, procesan de manera diferente las señales visuales; incluso razonan y forman los recuerdos de otra manera, tal y como señala la psicóloga mexicana Feggy Ostrosky-Solís. La manera de recordar un momento, o un sentimiento, es diferente si lees frecuentemente o si no lees.
Incluso, los cerebros lectores no son iguales. Aquí entra un factor que hace que dos personas que son lectoras habituales no tengan los mismos cambios en el cerebro: el idioma en el que leemos.
Los lectores de inglés, por ejemplo, elaboran más las áreas del cerebro asociadas con descifrar las formas visuales que los lectores en lengua italiana o española.
Esto se debe a que las palabras inglesas no se escriben igual a como se pronuncian, por lo cual, muchas veces en las películas, habréis visto la tradición de ''Deletrea tu nombre''.
En cambio, en la lengua española o italiana, las palabras se escriben igual a como se pronuncian.
Pero...¿Qué pasa exactamente mientras leemos? En tiempo real, mientras nuestros ojos se deslizan por frases y palabras que narran historias. Las reacciones producidas en nuestro cerebro, son diferentes a las que ocurren por ejemplo, al ver una película u observar una obra de arte.
En 2009, la revista Psychological Science publicó un estudio al respecto, llevado a cabo en el Laboratorio de Cognición Dinámica de la Universidad de Washington, cuya principal investigadora fue Nicole Speer.
''Los lectores simulan mentalmente cada nueva situación que se encuentran en una narración. Los detalles de las acciones y sensaciones registrados en el texto se juntan con el conocimiento personal de las experiencias pasadas del lector. Las regiones del cerebro que se activan a menudo son las mismas a las que se activan cuando la gente realiza, imagina u observa actividades similares en el mundo real.''
Y todo esto es así porque leer es una actividad muy poco natural. Imaginaos: ¿acaso nuestros antepasados, o animales, podían permanecer sentados durante mucho tiempo, sin moverse, con la vista fija en un punto estático en la que no está pasando nada? Es decir: mirando pulpa de árbol prensada manchada con lo que parecen insectos aplastados. Más que un ser humano eso parecería una estatua. Un observador analfabeto no entendería qué mira tanto esa criatura porque toda la información ocurre en su cabeza. De algún modo, el humano lector es casi una nueva especie.
Los libros son el equivalente intelectual de los antibióticos, los aditivos o el aire acondicionado. Son una tecnología capaz de cambiar un poco más nuestra humanidad y moldear nuestro cerebro para alcanzar objetivos que hace apenas unos siglos eran inalcanzables. Son una tecnología diferente a Internet, la televisión o el teléfono móvil, así que vale la pena que no la perdamos.
¿Te ha parecido interesante? ¿Conocías algo de esto?
Fuente: Xataka Ciencia
